martes, 21 de junio de 2011

El extraño caso del Señor Valdemar y los medios.

   



Alrededor de 1845 El imaginativo y Bohemio escritor Edgar Alan Poe, escribió un cuento aterrador: “La verdad sobre caso del Señor Valdemar.

Para quienes no lo conocen, el mismo trata acerca de un médico deseoso de experimentar nuevas alternativas sanadoras, y que es llamado urgentemente por su amigo Valdemar, quien afectado gravemente por una tuberculosis que lo lleva al borde de la muerte, pide exponerse a la realización de un novedoso experimento científico: detener la enfermedad y el dolor por medio de la hipnosis, a fin de dilatar su muerte por un tiempo.

El médico, llega al lecho del moribundo, y efectúa la hipnosis. Valdemar entra en un sueño profundo, deja de experimentar dolor, y solo puede responderle al médico que diariamente viene a observar la evolución del paciente: ¿Tiene dolor, amigo Valdemar? “No” responde el paciente.

Todo iba a bien hasta que un día, la voz del hipnotizado cambia y responde ante la misma pregunta: “¿Tiene dolor, amigo Valdemar?” “No, Estoy muerto”. El médico dice, “No Valdemar, está usted dormido” “No, responde Valdemar, estoy muerto” insiste asombrosamente.

Luego de un tiempo, el médico llama a toda la comunidad científica para despertar del trance al moribundo, y demostrar que la hipnosis podía calmar el dolor y prolongar la vida. “Voy a despertarlo, señor Valdemar”. El replica gritando: “No, ESTOY MUERTO”. Cuando el medico cuenta hasta tres, el señor Valdemar se consume antes los ojos de los presentes, volviéndose huesos y pellejo, en un cuadro de horror indescriptible. Y si, el tipo estaba muerto.

La proximidad de las elecciones, y la actuación de algunos equipos de futbol me han hecho reflexionar al respecto del “síndrome del señor Valdemar”.

Baste como ejemplo futbolero, aquel promocionado y marketinero Huracán de Cappa, (bola de humo, diría mi tío Marcelo, que en paz descanse) que los medios instalaron como paradigma del buen juego, y que una semana después de finalizar el campeonato se disolvió en medio de acusaciones a la dirigencia, renuncia del técnico, y jugadores vendidos a precios irrisorios. “Estoy muerto” diría Valdemar, aunque los medios digan que solo está dormido.

La cuestión es que en el 2001, muchos gritaban, “que se vayan todos” y hoy están todos de vuelta, los mismos de siempre vivitos y coleando, o al menos eso creen. La permanencia y relevancia de muchos de ellos, se debe a un ya no novedoso experimento de los medios para demostrar su poder hipnótico sobre las masas: Hacernos creer que los muertos viven. Para dicho fin, no ahorran en operaciones mediáticas, la entrega de información sesgada, el tono y la configuración de las preguntas, la posición de las fotos y las imágenes, hipérboles lingüísticas y armas varias de impacto mediático de reconocida eficacia utilizadas por los maestros de las artes del engaño.

Hoy, aquellos políticos del que se vayan todos, volvieron y están prontos a extender su agonía, (y la nuestra), en un experimento hipnótico que involucra a los medios de comunicación como protagonistas principales. La sociedad dice: “Están muertos”: El Doctor medio responde, “No, están dormidos”.

Mi esperanza es que, así como las artes mágicas de antaño, devinieron en visiones más racionales del mundo, el pensamiento crítico de una sociedad que recuperó política y su debate como un valor fundamental en la construcción de un país mejor pueda sortear las trampas hipnóticas de estos doctores modernos de los muchos valdemares que nos pululan.

No sea cosa que, al contar hasta tres y despertar del trance, algunos equipos estén en la B, y algunos políticos se vuelvan a  casa con las urnas vacías.


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